Muchos mexicanos compran frutas y verduras en tiendas de retail, como lo son las grandes cadenas de supermercados, debido a que encuentran sus productos favoritos durante todo el año, con una calidad consistente, lo cual es justamente un punto clave para que este tipo de establecimientos tengan cada vez mayores ventas.
La comercialización de producto fresco es una gran oportunidad de negocio, sobre todo cuando el producto es enviado hacia un mercado con mayor poder adquisitivo; sin embargo, también involucra riesgos que pueden llegar a ser un dolor de cabeza para el agricultor o agroexportador.
No solo los agroexportadores de México y Latinoamérica afrontan grandes retos a la hora de colocar sus frutas y hortalizas en el mercado estadounidense, sino que los agricultores locales también tienen diversos retos que superar para que sus productos lleguen a los consumidores.
Estados Unidos constituye el mercado más atractivo para los agroexportadores de productos agrícolas frescos de todo el continente americano, debido a que los precios que se obtienen son elevados, básicamente porque el dólar constituye la divisa más sólida a nivel mundial.
Los agricultores mexicanos de frutas y hortalizas frescas afrontan diversas problemáticas durante la producción y comercialización de sus productos, siendo algunas de las principales los largos plazos de pago, la falta de flujo de efectivo y la inseguridad en las transacciones.
Para que la agroindustria esté lista para participar en los mercados de carbono todavía hace falta superar algunos retos importantes, en especial el de dar más difusión a estos mercanismos de mitigación de carbono, explicando las ventajas que ofrecen.
