Las últimas cuatro semanas de fuertes tormentas en California han tenido un impacto mixto en la industria agrícola del estado. Dependiendo del producto y la ubicación, muchos de los agricultores del estado han podido “sortear” la tormenta, mientras que en las regiones más afectadas otros están evaluando el impacto. Otros más, agradecen la lluvia tras vivir años de sequía en cultivos como almendras, pistachos, tomates y algodón.
Las lluvias han tenido un impacto positivo en muchos cultivos afectados por la sequía, pero más tormentas podrían tener consecuencias graves y adversas. Por ejemplo:
El principal efecto positivo para la agricultura en el estado es que los niveles de los principales embalses se están recuperando luego de tres años de sequía, porque según la información del Departamento de Recursos Hídricos de California, al 17 de enero, 10 de los 17 embalses más importantes se encuentran o superan su nivel promedio histórico, aunque los restantes 7 están todavía a la mitad de su capacidad o menos.
Además, el lago Shasta ha presentado uno de los mayores incrementos de nivel desde que se tiene registro, lo que es una buena noticia porque se trata del reservorio de agua individual más grande del estado, siendo además una de las principales fuentes de agua para la agricultura.
Sin embargo, la mejor noticia es que la nieve en todo el estado está por encima del promedio para el año y en algunas zonas incluso está cerca del total promedio de la temporada, que normalmente alcanza su punto máximo en abril. Esto es positivo porque hay embalses que dependen del deshielo de la nieve para mantener sus niveles durante todo el año.
Eso sí, después de 8 grandes tormentas los suelos del estado se han saturado y son incapaces de absorber más agua, por lo que ya se están presentado inundaciones y deslizamientos de tierra que provocan cierres en las vías de comunicación, así como cortes de energía, problemas que en conjunto están comenzando a afectar a la producción y comercialización agrícola.
De hecho, el gobierno del estado teme que de continuar lloviendo se repitan las masivas inundaciones de 1861 y 1862, que afectaron al Valle Central y que son parte del ciclo natural en el estado, por lo que ya ha puesto en marcha un plan anti inundaciones para el Valle Central, una de las regiones agrícolas más importantes del estado, con 650 kilómetros de longitud por 80 kilómetros de anchura.
A pesar de la cantidad de agua que ha caído, el sector agrícola no se confía, pues la infraestructura para almacenar y gestionar el agua es deficitaria, lo que influye en que el agua casi siempre sea escasa en el estado. Hay que considerar que casi la totalidad del agua de lluvia termina en el océano, aunque la determinación final de la disponibilidad de agua superficial para la agricultura en California no se sabrá hasta abril, cuando las agencias estatales y federales puedan evaluar los impactos completos de la temporada húmeda en los embalses y calcular el agua de escorrentía esperada de la nieve.
Como agricultor este tipo de eventos climáticos representan gastos inesperados, por lo que con las opciones de financiamiento de ProducePay como Pre-Cosecha y Quick-Pay los productores pueden salir adelante. En el caso de los comercializadores, éstos pueden acceder a productos en diferentes regiones a través del Marketplace de ProducePay, para diversificar su portafolio de productores y procurar su demanda de productos frescos durante todo el año.
Fuentes: CBC, CDWR, CDEC, PHYS, AgFax, Newsweek, LA Times, Fresh Plaza, Univision, Fresh Plaza
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